Paula Moreno
Psicóloga - Especialista en niños y trauma
Paula es psicóloga, especialista en trauma y terapeuta EMDR
Desde el inicio de su práctica profesional Paula ha dedicado su tiempo a la asistencia de niños, especializándose en maltrato, abuso y trauma complejo. Forma parte Integrante del Programa de Asistencia al Maltrato infantil en la Dirección de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Como especialista en trauma y abuso ha trabajado y brindado formación en diversas instituciones dedicadas al tratamiento de estas problemáticas.
Desde 2005 comienza la formación como terapeuta EMDR. Ha obtenido los títulos de terapeuta, facilitadora y actualmente es Supervisora Certificada por EMDRIA (EMDR International Association) y dicta numerosos cursos de intervenciones con EMDR en trauma complejo, tanto para profesionales de la salud como para trabajadores del sistema judicial.
Desde 2012 Paula forma parte de la Sociedad como miembro colaborador y ha ofrecido actividades sobre Mindfulness y Trauma y será docente invitada del Programa de Mindfulness para Psicoterapeutas.
Poder incorporar mindfulness en mi vida fue un verdadero proceso. Con lo que esta palabra significa. Fue metiéndose en cada rinconcito de mi vida casi sin darme cuenta. Primero con un esfuerzo sostenido de sentarme a practicar y con la sola necesidad de hacerlo porque me sentía bien con ello. Esto se extendió poco a poco en lo cotidiano y en la propuesta a mi misma de “prestar atención” a algunas actividades diarias. Ya sea en mi vida familiar como en la laboral. Y un día me encontré con que me preparaba para recibir determinado hecho con la intención de estar atenta. Y otras veces me encontraba en medio de una actividad dándome cuenta de que sentía alguna sensación corporal, o me fijaba en los puntos de apoyo en la posición que estuviera o que necesitaba volver a mi dando una o dos respiraciones. O tal vez me encontraba dándome cuenta que estuve gran parte del día desatenta.
Este proceso está actuando hoy en día en mi y va cambiando constantemente, con matices y nuevos descubrimientos y preguntas y obstáculos a sortear.
Pero la mayor alegría que me dió fue poder empezar a desarrollar la empatía con los otros. Y ésto que uno cree que lo tiene aceitado , es como si hubiera tenido un giro de 180 grados. Comenzar en este camino de intentar “estar con el otro” con lo más profundo de esta frase es lo que hoy por hoy me llena de entusiasmo.